En la fotografía comercial hay controlar aspectos diferentes a otro tipo de sesiones. Para el cliente es fundamental una buena imagen. Será su herramienta de venta y debe mostrar el artículo tal cual es. Uno de los factores más difíciles a los que me he enfrentado, es la veracidad del color. Hay que tener en cuenta varios aspectos antes que nada.

Por un lado los sensores de las cámaras no captan del mismo modo los colores de una escena. Es más, podemos seleccionar en el menú diferentes perfiles predefinidos por el fabricante. Pero hay que unirle a ello la luz con la que estamos trabajando. Esto quiere decir que tenemos que tener en cuenta la temperatura de color. La cual tiñe la escena con una variante de color, cálida o fría.

Una vez realizadas las tomas, serán editadas en el ordenador y las veremos a través de nuestro monitor. Este, si no es un monitor calibrado puede darnos error en el retoque. Y por último la entrega final, para imprenta o para web (o para ambos). Si es imprenta tenemos que pasar a CMYK y al perfil adecuado. Esta cuestión es mejor dejarla en manos de los impresores. La otra opción, la de web, es donde menos podemos hacer. Y digo esto ya que una vez editada la foto y subirla a la red, comprobaremos que hay cambios de color. Esto es debido a que las pantallas de móviles, tablets y ordenadores, desde donde observamos las fotos, estarán calibradas de formas distintas.

Pero no entreguemos la cuchara, tranquilidad. Hay que hacer todo lo que esté en nuestra mano para entregar un trabajo que se ajuste a la realidad. Y para ello existen herramientas que permiten afinar al máximo el color.

Os explico mi flujo de trabajo, desde la toma al acabado final. Este tipo de trabajo deben tener una luz controlada, por lo que evito trabajar con luz natural. La luz natural cambia a lo largo del día de temperatura de color. Una vez definida la iluminación, paso a los controles de la cámara. Por supuesto en formato Raw y trabajado en cámara en el espacio de color AdobeRGB. Aunque esto último se puede cambiar en el software de edición siempre que trabajemos en Raw. Fotografío, con la misma luz usada en la sesión, una carta de color. En mi caso uso la ColorChecker Passport Photo 2 .

Una vez descargadas las fotos, usamos la imagen de la carta de color. Ajustamos la temperatura usando el cuentagotas. Lo aplicamos sobre uno de los parches de gris dedicado a ello. Recortamos ajustando la imagen para que solo se vea la carta de color. Al instalar los drivers de la ColorChecker nos permite en Lightroom exportarla para conseguir el perfil de nuestra cámara para esa situación de iluminación. De esta forma ya tenemos el color ajustado. Sincronizaremos la imagen de la carta de color con las del catálogo en cuestión. La sincronización de los ajustes serán solo de “Equilibrio de blancos” y “Calibración”. Ahora tocará mover el contraste, brillos, negros o blancos al gusto. Al editar la foto, siempre deberemos enmascarar la zona que no debe cambiar el color. Ejemplo, cambiar el tono de piel de la modelo pero enmascarando la ropa que ya está ajustada a su color.

Aun así hay colores que se resisten. En ese caso, a mi solo me queda “el ojímetro”, pero no de cualquier forma. Para ello necesito el objeto fotografiado de forma presencial. Lo ilumino con una bombilla de 95IRC. El Índice de reproducción cromática (IRC o color rendering index) es un sistema que mide la capacidad de una fuente de luz para reproducir los colores fielmente. Este parámetros nos asegura que será luz blanca sin dominante. Hago una comparación con lo que tengo en mi monitor. Mi monitor de retoque es un CS2420 ColorEdge que calibro cada dos semanas usando el i1Display Pro. Esto es, en líneas generales mi flujo de trabajo.

Ya seas fotógrafo o empresa que necesite de imágenes con colores fieles a la realidad, ¿seguís este flujo de trabajo?, ¿utilizáis otro?. Si necesitáis ayuda podéis poneros en contacto conmigo e intento resolver vuestras dudas. También deciros que este tema lo trataremos de forma práctica en el Curso intensivo de fotografía para proyecto personal.

P.D.: Las marcas de las que hablo no me patrocinan, ahí lo dejo ;).